LA PARUSÍA: UNA INMENSA FIESTA
La palabra "parusía" viene de "pareni", que en griego significa "apareced'. Se usaba mucho para describir apariciones ostentosas del Rey o los Obispos. "Parusía" es siempre la aparición de una persona de autoridad con boato y que, además, provoca una fiesta. Cuando llega el rey a una ciudad todo el pueblo se congrega y se desborda la alegría haciendo un día de fiesta. La Iglesia primitiva, y concretamente San Pablo, usaba esta palabra para definir el final de los tiempos: cuando llegue el Final de los tiempos aparecerá el Hijo del Hombre... Noten bien que no dice Dios o el Padre, sino un hermano nuestro, con un cuerpo como el nuestro, Jesucristo. Y lo primero que hará será... idesatar una inmensa fiesta! ¿Entonces por qué tenemos miedo a la muerte? ¿Por qué tenemos miedo al futuro, si nos espera una fiesta organizada por un rey de nuestra raza, un hombre como nosotros?
Cuando los evangelios hablan del Juicio Final ponen patas arriba la concepción judaica del más allá. San Mateo reproduce la historia que los judíos querían oír: "Vendrá un día Jehová, sentado en un trono de poder y majestad; juzgará a todas las tribus de Israel y a los pueblos y naciones del mundo", pero la invierte y dice: "Vendrá el Hijo del Hombre, sentado en poder y majestad para juzgar a todas las naciones..." ¿Quién juzgará? El hombre ideal, Cristo, que es el amor y la síntesis de toda la creación. ¡Ya está! Aparecerá el hombre Cristo, en quien toda la creación resuena como una sinfonía, y te dirá: la medida para entrar es el hombre. iQué curioso! Si eres hombre, pasas, y si no lo eres, no. Se es hombre caminando por la vida curando las heridas de la creación para llegar con toda la creación dentro, vibrando dentro: esta es la medida.
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