HASTA QUE LLEGÓ EL MESÍAS ESTÁBAMOS EN LA NOCHE
Cuenta San Lucas que el día de Navidad se les apareció un ángel a los pastores que estaban en la noche. Esto es espléndido, a lo mejor no nació Jesús de noche, no lo sabemos siquiera, pero para Lucas es de noche. ¡Claro!, hasta que llega El Mesías estábamos en la noche, no sabíamos adónde caminábamos. Es decir: Él es la explicación del caminar de toda la Creación y de toda la Humanidad. Y esto es tan difícil de entender, que a veces nosotros incluso no lo entendemos como el Fin de la Creación. Entendemos que El Mesías apareció por un costado de la Creación, porque Dios tuvo que arreglar el desaguisado -la travesura de Adán y el mordisco de Eva, nuestros abuelos- que hizo el hombre.
Pero la explicación es ésta: la Creación es activa. En la Creación todo camina, y Dios se aparece -Jesús nace- en la Creación en camino. Por eso, Lucas cuenta que el ángel se aparece a unos pastores que vigilaban su rebaño como ''lámparas encendidas en la noche'' (cf. 2Pe. 1,19). La noche de los siglos... La noche de los Patriarcas y de los tiempos... Luego el hombre estaría en la noche si Jesús no se hubiese metido en la vida, porque el hombre no entiende y no ve.
Veamos. ¿Quién soy yo? Lo sé desde Navidad. ¿Hacia dónde camina la Creación? Lo sé desde Navidad. ¿Qué será de mí, cómo es mi carne? Lo sé desde Navidad. Es decir, la Navidad sucede en la noche, y a partir de Navidad se hace de día: el cielo se llenó de resplandor (cf. Lc. 2,9). La noche ya está matada. El Cielo se derrama todo él en nuestra noche y la llena de luz.
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