sábado, 5 de enero de 2019

LOS MAGOS (P. Antonio Oliver Montserrat) Vin Cens

LOS MAGOS
Desde el nacimiento de Cristo todos los futuros son posibles. Y lo primero que sucedió en la flecha del tiempo fue algo que nadie jamás habría creído: unos astrólogos, que sólo creían en las estrellas, se pusieron en marcha desde Persia. Es decir, lo que jamás nadie hubiese sospechado se pone en movimiento, para San Mateo es lo primero que sucede. Es cierto que podría haber sido más "correcto" y haber colocado en Belén a alguien más "evangelizado", pero no fue así. "Nacido Jesús en Belén de Judá, llegaron unos magos" (Mt. 2,1), unos prestidigitadores, gente marginada que manipula las cosas. Aquí se nos cuenta la Historia Universal, pero pasémoslo ahora a lo personal de cada uno, a nuestro interior: si tienes fe, a partir de ahora todos los imposibles son posibles.
Sabes que Cristo te puede "cristificar", sabes lo que puede dar de sí el futuro y también sabes que hay una serie de cosas que el futuro no puede arreglar, pero, sin embargo, esas cosas son las primeras que se ponen en marcha para adorar al Mesías, por lo tanto, todo en lo que crees se realizará. Pero se realizará, si crees en aquello que no crees: los Magos. San Mateo nos está diciendo que lo increíble está en marcha. Se cumplirá incluso aquello en lo que que tú no puedes creer de ninguna forma: que la Iglesia Católica, mal compuesta como hoy está, llegue a florecer otra vez. Ése es el significado de los "Magos". Lo increíble, aquello que tú no puedes aceptar de ninguna manera, se puede realizar y repito: es lo primero que se pone en marcha. He aquí una definición total para la Humanidad.
El cristiano sabe que no sólo en la Historia los futuros se hacen reales gracias a la fe, sino, asimismo, en lo personal de cada uno. Pero haciendo lo que hacen y creyendo lo que creen, los hombres, en realidad, hacen que no sea posible aquello en lo que no creen. Hoy, por primera vez, lo sabemos. San Mateo, pues, da una definición de fe.
Cuando los Magos persas hubieron encontrado a Jesús en Belén supieron en qué lugar se hacían posibles los imposibles, y después de adorarle les creció en su interior un ángel que les advirtió en sueños de algo terrible: "no volver a Herodes y tomar a su tierra por otro camino" (Mt. 2,12), lo que quiere decir: ahora que habéis encontrado el secreto de la fe, no volváis por el mismo camino.
¿Has tenido momentos en tu vida en los que creíste que la ciencia lo era todo? No vuelvas por allá. ¿Has tenido en tu vida seguridades? No vuelvas por allá... Cristo cita a menudo una frase negativa pero tremendamente positiva: "No vuelvas a hacerlo", le dice a la adúltera. Lo importante, pues, no es que te hayas equivocado, sino que 'no vuelvas'. No vuelvas, sigue adelante, no vuelvas nunca atrás. Ahora, sin embargo, como en tiempos de San Mateo, hay muchos cristianos que viven en el pasado y al hacerlo son amigos de Herodes. ¿Y qué es lo que hace Herodes? Matar niños. Pues bien, cuando se vuelve atrás todas las esperanzas (los niños) quedan descabezadas.
Si los Magos quieren que la adoración del Mesías sea real, es decir, un fundamento de fe que les conduzca hacia un futuro de transformación y de creación, hay una condición: no volver a casa de Herodes.
La casa de Herodes es el lugardonde la fe no ha comenzado todavía y donde la Ley gobierna. ... El hombre que recibe y conoce al Mesías pasa de la fe a la construcción del futuro, hace posibles todas las esperanzas y, por tanto, no puede volver nunca hacia el lugar donde las esperanzas son matadas.
Herodes, para San Mateo, es la configuración de Israel como término, el Antiguo Testamento para siempre: la Ley es eterna y no puede tocarse.
Los Magos vienen de Oriente. Vienen de lejos. Venir de lejos es una dimensión del hombre: yo soy yo, pero lo más lejano para mí soy yo mismo, así de infinito y de grande soy.
Los Magos vinieron de Oriente hacia Israel y vuelven de Israel a Oriente. Hacen el camino al revés y esto vale para los judíos y los cristianos de hoy en día. ¿Qué ha de hacer uno cuando ha encontrado al Mesías? ¿Gozarse del caramelo de la fe? Pues los Magos, después de ofrecer su presente, emprenden otra vez el camino hacia su casa. Evidentemente, el camino de regreso no es el mismo de antes, ya que venían buscando y ahora se marchan llevando, pero siguen caminando. Son hombres con fe que van hacia el futuro; futuro que cambiarán en su casa.
iBuena lección para nuestro tiempo! Si tenemos fe en Cristo, esta fe es una dinámica hacia el futuro. La fe es lo más nuestro que tenemos. Por eso, el hombre que no tiene fe no conoce lo mejor de sí mismo. Pero tener o no tener fe no significa precisamente ser cristiano o no serlo, sino apoyarse en Dios para transformar el Mundo, como los Magos que se apoyaron en el Niño que vieron, para volver a su casa a transformarlo. Todos los que se apoyan en la fuerza divina que llevan dentro y conocen lo mejor de sí mismos y lo explotan, tienen fe, quienes, en cambio, apoyándose o no en lo mejor de sí mismos no trasforman el Mundo, no la tienen. Y Io mejor de nosotros mismos no es algo que nos viene de fuera, sino algo que Dios ya ha puesto en nosotros. Lo que llevamos dentro es la capacidad de transformar.
Hay enfermos en la Historia del mundo, pero su curación ha comenzado ya en ese lugar que llevo dentro y que llamo "la capacidad de creer'; hay tontos en la Historia (y muchos además), pero la curación de la tontería humana ya está en marcha; hay mucha dictadura, hay mucha opresión, mucha marginación, mucha pobreza, mucho sufrimiento en la Historia y en el corazón del hombre, pero todo esto ya ha comenzado a curarse desde la fe de los creyentes. Con lo cual, estamos diciendo que los Magos y Herodes son el paradigma de lo que se debe y no se debe ser.
Hemos dicho que lo Universal también es personal y si pasamos la historia de Mateo a nosotros, sucede Io mismo. Yo no 'me' soy el que debo ser (el 'me' unamuniano tiene mucha importancia), pues no dispongo de mí y se me escapa la (auténtica) dimensión de mi vida. Pero si en la eternidad he de llegar a serme, se debe al lugar de la fe. Hay un lugar dentro de mí desde el cual ya está en marcha el futuro de la Historia y de mí mismo. Y ese lugar es Belén o la fe.
Antonio Oliver Montserrat

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