DINÁMICA RELIGIOSA Y CRISTIANA
La inteligencia de cualquier fenómeno religiosos en el mundo, y la del cristianismo sobre todo, es un fenómeno de cambio. De emigración constante.
Hay muchos puntos de vista para interpretar el cristianismo y para formularlo. Ya deberíamos saberlo. Pero parece que algunos tienen por seguro que las fórmulas griegas del cristianismo son definitivas.
En el cristianismo no hay nada definitivo más que una cosa: que no hay nada definitivo.
El cristianismo no es un punto, es una línea, un seguimiento, un camino. Como toda religión.
El objeto del cristianismo no es Dios, es el Hombre.
¿Quién es Dios? El Silencio es la respuesta. A lo mejor ser cristiano se acerca tanto, que por eso no sabemos la respuesta. Porque la respuesta a la pregunta ''ser cristiano'' no es lógica sino ontológica. Toca el ser de cada uno.
El cristiano no se enjaula, es un río que corre. Hoy corre por un paisaje llano y mañana por uno abrupto, o corre entre árboles y mañana entre piedras... Este es el cristiano vivo.
La grandeza que trae el cristianismo es que lleva en sí misma la reforma de su propio ser.
El cristianismo recoge todas las aspiraciones y los esfuerzos del hombre a lo largo de la Historia.
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